La noticia de que Ana no puede embarazarse, propicia un drástico giro en la relación poliamorosa que tiene junto a Saray y Valeria. La decisión de tener hijos ya había sido tomada, pero ahora todo parece está en el aire. Ni Valeria ni Saray se ven muy entusiasmadas para inseminarse. La cotidianidad de las tres se trunca y la ansiedad, los problemas económicos y peleas familiares producen situaciones que las alejan de la tranquilidad emocional que buscan. A duras penas pueden mantener la relación sentimental que las une. Tras una fuerte pelea en donde todos los reproches salen a la luz, deberán decidir si seguir adelante y resolver la duda que las acecha: ¿quieren o no quieren ser mamás?