Los campos de Boyacá y el mundo, se están despoblando. Milenios de saberes agrícolas, de tejido, de conservación de alimentos y de prácticas medicinales están al borde de la desaparición. El mundo moderno seduce a las juventudes campesinas y paulatinamente en Colombia se han sustituido los cultivos propios por importaciones. Mi padre, Fernando Silva, es un campesino por accidente. Tras 40 años al servicio de la pedagogía, habla con sus vecinos desde Oicatá y Tuta en Boyacá sobre la crisis del campo. Campesinos, docentes, artistas, mujeres, jóvenes, niños y extranjeros, expresan lo que piensan, lo que es ser boyacense, nuestra falta de orgullo de ser campesinos y sobre como transformar el campo y la educación.